Jeon Jungkook y Kim Taehyung eran una pareja espléndida; a ojos de todos, su relación parecía destinada a durar. Sin embargo, todo se desmorona cuando, sin previo aviso, Jungkook deja a Taehyung sin ninguna explicación.
Taehyung intentó contactarlo, fue a su casa, hizo de todo para que el bonito omega de 18 años le explicara por qué lo había terminado de una manera tan... cruel. Sin embargo, jamás logró encontrarlo.
Años después, el famoso empresario Taehyung conoce a un pequeño niño llamado Daeho, quien tenía un gran parecido a alguien que conocía. Este niño iba todos los días a su oficina, ¿a qué? A venderle pequeños pastelitos. Taehyung los compraba; sabían muy bien, además de que la compañía del niño era muy divertida. Parecía que Daeho lo hacía a propósito, pues iba a la empresa solo para verlo a él, para darle el mismo pastel de siempre y contarle cosas triviales de su día a día. Taehyung siempre lo escuchaba, pasando el día con el niño en la cafetería de su empresa.
Pero todo cambió cuando ese mismo niño llegó un día a la puerta de su oficina y gritó: -¡Tú eres mi papá!-