Reencanar en el siglo 22 no fue tan bueno como se pudiera pensar, el mundo esta arruinado y la competencia por la cima esta a la orden del día. En ese contexto se abre la posibilidad de convertirse en un dios a un solo paso con el juego de Yggdrasil. ¡Acumula recursos , crece y luego ve al nuevo mundo! ¿Que? ¡Como que lo perdí todo! No hay de otra. Llega con siglos de antelación que el protagonista y aprovecha todas las oportunidades. ¡Solo uno puede convertirse en el rey y ese debo ser yo!