[...] Se volvió costumbre oírte todos los días. Espero regreses Mitchy, de verdad me haces mucha falta. Y si te llegas a ir, entenderé si así lo quieres, pero tu me prometiste que jamas me dejarías solo, no puedes dejarme ahora. Eres un luchador Mitch, tu saldrás de esto.- me quede unos segundos en silencio y la mano de Mitch aprieta un poco la mía. -Sabia que me estabas escuchando.- sonreí aun llorando. -Te amo Mitch, No sabia como decirte esto, pero te amo y eres lo que importa en mi vida, sin ti, no tiene sentido seguir con todo esto.- [...]
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.