Cualquiera describiría a Senku como una persona inteligente, capaz, incluso puede que también demente, que no necesitaría de nadie más. Pero solo los más cercanos a él, saben lo mucho que necesita de los demás. Más allá de la habilidad o la conveniencia, lo que este joven científico necesita es compañía.
Gen lo sabe muy bien, y esa es la razón por la que no tiene problema de estar a su lado, sin importar si el cientifico decide caminar por las llamas del mismo infierno, lo seguiría con una sonrisa.
Es por eso que Senku se pregunta: ¿Por qué de pronto Gen paró de molestarlo?
A solo unos meses antes de despegar a la luna, es cuando por fin Senku se da cuenta de que algo falta. La ausencia de cierto mentalista a su alrededor lo desconcierta de una manera extraña. Sintiéndose incompleto, casi perdido.
Senku tiene que poner sus pensamientos en orden antes de que sea demasiado tarde para saber la respuesta.
Nota: Está historia tiene conexión después de "Dí que sí" Pero no es necesario leer la anterior para comprenderla, aún así se harán menciones a ella de vez en cuando en la historia. ¡Disfruten!