La Leyenda de Tutico el newe y el Bastón de Luz (Parte 1)

En las vastas tierras de la isla de Juana, habitaba una tribu antigua y noble conocida como los Newes. Esta tribu, famosa por su amor por la libertad y su habilidad para vivir en armonía con la naturaleza, había prosperado durante siglos en sus verdes valles y montañas sagradas. Los Newes adoraban a ELOHIM, el dios vivo, cuyo poder y sabiduría guiaban sus vidas y les daban esperanza en tiempos difíciles.
Sin embargo, la paz de los Newes fue quebrantada con la llegada de los Jotavis Malignos, un grupo de invasores fieros y astutos que venían del otro lado del mar. Los Jotavis eran reconocidos por sus ojos rojos como el fuego y sus marcas oscuras en la piel, signo de su dominio de la magia oscura. Pronto se apoderaron de la isla de Juana, sometiendo a los Newes bajo su yugo de hierro.
Los Jotavis Malignos impusieron su dominio con mano dura, explotando los recursos de la isla y obligando a los Newes a trabajar sin descanso en las minas de cristal mágico y en los campos de flores de luna, cuya savia contenía poderes curativos. Los Newes sufrían bajo la opresión: vivían sin luz, el agua era escasa, el pan, el aceite y la comida en general eran difíciles de conseguir, y el precio de las cosas estaba por las nubes. Era una situación muy mala.
Entre los Newes, surgió un héroe legendario: Tutico, un joven guerrero cuyo espíritu indomable y corazón valiente inspiraban a su pueblo. Tutico, guiado por su fe en ELOHIM, emprendió una búsqueda para encontrar el Bastón de Luz, un artefacto antiguo y poderoso que, según las profecías, tenía el poder de derrotar a los Jotavis y liberar a los Newes.