Sean Matsuda, un joven luchador brasileño con ascendencia japonesa, llega a Hong Kong en busca de desafíos y crecimiento personal. En medio del bullicioso mercado nocturno de Temple Street, Sean conoce a Yun, un luchador talentoso y carismático. La conexión entre ellos es instantánea y profunda, llevándolos a una relación apasionada y significativa.
A medida que entrenan juntos en un modesto dojo y exploran la vibrante ciudad, su amor florece. Sean y Yun se inscriben en un torneo internacional de artes marciales, demostrando su habilidad y consolidando su vínculo. La noche antes de la final, Sean propone matrimonio a Yun, y juntos, planean una boda íntima en un antiguo templo.
Sin embargo, su felicidad se ve truncada por un ataque inesperado que resulta en la trágica muerte de Yun. Devastado, Sean abandona Hong Kong, llevando consigo el recuerdo de su amado. En honor a Yun, Sean viaja por el mundo enseñando artes marciales y valores de amor y respeto, regresando cada año a Hong Kong para rendir homenaje a su memoria.
La historia, ambientada en la vibrante y caótica ciudad de Hong Kong, es un testimonio del amor profundo y eterno entre Sean y Yun, mostrando cómo, a pesar de la tragedia, el amor puede trascender más allá de la vida y la muerte.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".