Joder, joder, joder... esto tiene que ser una puta broma Su voz sonaba ronca y desgastada, los idiotas agentes de Shield habían pasado a un segundo plano en su mente en el momento en que una foto de su pequeño apareció entre el barro sucio que de alguna manera lo protegía de los agentes que buscaban su muerte Recogió la fotografía entre sus dedos temblorosos, evitando hacer ruido. Con la punta de los dedos acarició el rostro del joven que una vez lo había amado, el único que realmente lo había amado. No pudo evitar el sollozo que escapó de sus labios ante el recuerdo. Su niño lo odiaba, lo odiaba por ser un asesino con las manos manchadas de sangre. Incluso... ¿Otro universo podría cambiar todo? ¿Su niño podría llegar a quererlo? Ese fue su último pensamiento antes de caer inconsciente, solo y con las balas perforando su piel