Stefan y Amelia no habían podido gestar al Unificador de los pueblos sobrenaturales por lo encarnizada que se tornó la guerra, pero al conseguir un cese al fuego al recuperar una de las dos piedras de luna en poder de Satanás, el Híbrido nació. Una inesperada particularidad en el nacimiento del hijo del Puro y la Luz hizo pensar al embaucador que la Profecía no se revelaría en esa generación, cosa de la que se arrepentiría años después, cuando este empezaría su misión. Sin embargo, el objetivo principal de Satanás no se vería afectado por ese descuido, siendo más bien la excusa perfecta para desatar la última batalla, la cual aprovecharía para ejecutar su más ferviente deseo, uno que lo llevará a regresar por lo que dejó en Los Cielos y quiere devuelta.