Como una bofetada, aquel niño la despertó de su propia quimera. Bajo su mira, el chico no titubeó en lo más mínimo. Ahí estaba ella, arriesgando la vida en nombre del niño al que empezó a ver como un hermano pequeño que se encargaría de proteger y guiar. Con el paso de los años, su percepción sobre el chico dejó de ser la de un niño y lo vio como todo un hombre, un hombre que ella había formado. Pero ahora era ella la que estaba bajo la mira de un rifle de su propio calibre. Izuku x Lady NagantAll Rights Reserved