Anahí Grimaldi era una mujer que desafiaba las convenciones sociales de su época, al negarse a ser la dócil y obediente señorita que la sociedad esperaba. Intrépida y rebelde, Anahí se atrevía a hacer lo que tradicionalmente se reservaba solo a los hombres, generando asombro e indignación. Anthony Bridgerton era un hombre que había asumido el deber de cuidar de su familia tras la muerte de su padre, convirtiéndose en un individuo que respetaba y obedecía las reglas sin cuestionarlas. Mientras Anahí desafiaba abiertamente a la sociedad, Anthony se esforzaba por mantener el orden y la estabilidad de su hogar, siendo un contrapunto a la rebeldía de la joven.
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