Aidan, un joven de apenas 17 años, se encontraba decidido a dejar atrás su pasado y comenzar una nueva etapa en su vida. Con el firme propósito de pasar página y olvidar las sombras que lo habían perseguido, tomó la valiente decisión de mudarse de su país natal. A pesar de su juventud, sus padres, confiando en su deseo de cambio, le dieron el visto bueno para emprender esta aventura, pero con una condición: debía quedarse a vivir con Dorian, el mejor amigo de su hermano.
Dorian, un hombre amable y carismático, se había forjado un camino en el competitivo mundo de Hollywood como un director novato, destacándose rápidamente por su talento y visión creativa. Su carrera despegó en un tiempo sorprendentemente corto, convirtiéndose en uno de los más prometedores de la industria. Además de su trabajo en el cine, Dorian también se dedicaba a la escritura, lo que le había permitido acumular una considerable fortuna. Sin embargo, su éxito no era solo una cuestión de suerte; era el resultado de su arduo trabajo y su inquebrantable pasión por contar historias.
Para Dorian, Aidan se convirtió en una fuente de inspiración caótica y vibrante. La energía y el espíritu del joven lo motivaban a explorar nuevas ideas y a empujar los límites de su creatividad. Sin embargo, como bien dice el refrán, "cuanto más alto llegues, más dolorosa será la caída". Dorian sabía que, a medida que su carrera avanzaba y se acercaba a la cima, también debía estar preparado para enfrentar los desafíos y las dificultades que inevitablemente surgirían. Así, la relación entre ambos se tornó en un delicado equilibrio entre la inspiración y el riesgo, donde los sueños y las realidades del mundo del espectáculo se entrelazaban de maneras inesperadas.All Rights Reserved