En el bullicioso mundo de la música, George se siente atrapado en su propio silencio, cerrando su corazón a los sentimientos. Mientras tanto, Dream, abierto y expresivo, anhela una conexión profunda con él. A medida que las tensiones en la banda aumentan, su amistad se complica, revelando un amor oculto que ambos temen admitir.
El vaso de problemas se va llenando, y tras un concierto caótico, entre bastidores, con muchas emociones en la cabeza y solo una canción por cantar, todo rebalsa. Y ambos se ahogan en su propia confusión.
George se niega a amar a Dream mientras su corazón permanece cerrado, pero Dream mantiene la puerta abierta, consciente de que no debería preguntar cuándo o dónde volverán a verse, pues ha hecho demasiadas preguntas ya.
Sin embargo, George debe enfrentarse a una última pregunta: ¿podrá olvidar el pasado que compartió con Dream, o regresaría una vez más para abrazarlo si pudiera?