En el profundo bosque, donde los manantiales cristalinos brotaban entre las enredaderas y los árboles centenarios, Nasiens disfrutaba de un baño bajo la luz del sol filtrada por las hojas verdes.Percival, el espíritu de vida que cuidaba de la flora y fauna del bosque, se quedó atónito al ver a Nasiens en su total desnudez, un espectáculo de belleza natural que lo dejó sin aliento. Sin embargo, este momento de asombro fue interrumpido abruptamente por King, el padre de Nasiens y un guerrero temido incluso entre las criaturas más poderosas del bosque. King había sentido la presencia de un intruso y llegó justo a tiempo para ver a Percival observando a su hija