La pieza del fondo de la casa de mis padres fue durante toda mi niñez y preadolescencia, la pieza de mi hermano mayor: Emiliano. Actualmente ya no es un dormitorio, con la partida de sus hijos mis padres la han convertido en un cuarto de guardado y rejunte de todo tipo de cosas. Pero cuando estoy de visita y paso por su puerta vidriada no puedo evitar acordarme de la frase que más escuche salir de ahí: "Estani! Traeme un vasito de agua."