De niño Carlos tenía un sueño: Crecer, tomar las riendas del Emporio familiar como su padre, y su abuelo y el resto de Sainz que habían hecho crecer su nombre; conocer al amor de su vida, casarse y tener hijos. Conocer al amor de su vida, estando casado, definitivamente no estaba en sus planes, recibir más de lo que soñó, tampoco.