"Oh, sagrado Orden, que guía la estructura del universo, ¿Cuándo me permitirás estar con mi dulce y anhelado ser amado?
Aunque siempre tuvo alas para volar, decidió encadenarse a sí mismo a una vida de miseria y desesperación por un sueño que no podría ser real, ni siquiera en su mínima medida.
Ella, por otro lado, quería volver y alejarse de lo que la atormentaba, deseaba paz, poner orden a su vida.
Ambos anhelaban al orden, cantaban odas a Ena, pero sus objetivos estaban orientados en extremos diferentes, que los harían cruzarse, pero jamás mantenerse juntos."