Me llamo Takumi Ishinomori, aunque ya no estoy seguro de que eso signifique algo. Solía ser el hijo de un hombre que lo tuvo todo y lo perdió todo. Ahora, soy un experimento andante, una mezcla de carne y metal, forjado en los laboratorios de VitalCore.
Cada día es una lucha contra mi propio cuerpo. Los implantes que me dieron me hacen más fuerte, más rápido, más inteligente, pero a un costo. Siento el dolor constante de mis huesos reacomodándose, de mis músculos sobrecargándose. Cuando el Berserk se activa, soy imparable, pero después... después soy un amasijo de dolor y agotamiento.
Todo lo que siento es un vacío frío, una desconexión que va más allá de la carne y el metal.
A veces me pregunto si sigo siendo humano. Me miro en el espejo y veo a alguien que apenas reconozco.
Soy Takumi Ishinomori, y aunque mi cuerpo sea casi una máquina, mi espíritu no se ha roto. No dejaré que se desvanezca. Seguiré luchando, seguiré avanzando, porque en este mundo oscuro y deshumanizado, mi voluntad es todo lo que tengo.