Imagina estar en medio de una multitud, donde la música late en sincronía con los corazones de todos los presentes. Las luces de neón destellan sobre el escenario, y todo lo que puedes oír es el ritmo envolvente de Oscar Maydon que marca el pulso de la noche. Te encuentras en ese concierto, rodeada de tus amigas y desconocidos, pero con la esperanza secreta de que una mirada especial se cruce con la tuya. Entre la marea de personas, te preguntas: "¿Cómo se va a fijar Alexis en mí si son miles de personas aquí? Lo creía demasiado imposible." Pero entonces, una invitación te hace dudar de lo imposible. Tal vez, solo tal vez, esa chispa que nació en el pequeño choque en la plaza comercial no fue un accidente del todo. Quizás, en medio de la multitud, ya no eres solo una cara más; quizá, en ese momento, eres la única que él está buscando. Este pensamiento te da una nueva confianza mientras las distancias se desvanecen y te das cuenta de que la conexión entre dos personas puede sobrevivir incluso en el bullicio más grande.