Juliet ha vivido mucho tiempo atrapada por sus propios pensamientos. La depresión, la ansiedad y el rechazo hacia sí misma la han llevado a un punto donde no puede soportar. Sin embargo, cuando todo parece oscuro, encuentra pequeñas señales que le recuerden que, incluso en sus peores momentos, no está sola.
Con la ayuda de las personas correctas Juliet empieza a descubrir algo muy importante: no tiene que ser perfecta, solo humana. Solo le queda aceptar sus cicatrices, sus diferencias y lo que realmente significa ser valiente es seguir adelante, aunque duela.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...