Ella odia las maldiciones, las aborrece, no hay otro ser en este mundo que no pueda odiar más que una maldición.
El es el mismísimo rey de las maldiciones, la peor maldición, el más poderoso y todo lo que ella podría odiar, sentir repulsión.
Y aún así, el la tendrá en sus manos aunque le cueste la vida.... a la humanidad, no a él ¿No es evidente?
- No puedes simplemente negar un hecho cariño -reía la maldición mirando a la mujer, que otra vez le daba una mirada de odio como era costumbre.
- El único hecho aquí es el asco que me da verte, necio. Debes estar delirando si crees que tengo un ápice de interés por ti -le respondió con una mueca de repulsión.
¿Que sucederia si por alguna razon te quedaras encerrada con el chico con problemas de ira, Ghiaccio, por 24 horas continuas sin nadie mas?
Eres parte de la Scuadra di esecuzione, te llevas bien con todos tus compañeros pero siempre te has sentido atraida hacia el chico con el stand que lo congela todo.
~Relato corto con LEMON~