En el rincón más íntimo de mis pensamientos, yacen palabras empalmadas con suspiros y recuerdos que dibujan sombras en la memoria, nace esta carta abierta, este compendio de susurros dentro de escritos que se deslizan en cada línea para tratar de decir un adiós. A medida que las pequeñas manecillas del reloj giran implacables hacia el umbral de un nuevo año, encuentro la necesidad de destilar las emociones que han estado danzando en el escenario de mi corazón desde hace ya bastante tiempo. Este libro no es más que un intento, un esfuerzo de poner punto final a una historia que una vez fue nuestro relato compartido. Las páginas que se aproximan son un viaje a través de los momentos, las imágenes de alegría, las lágrimas derramadas en silencio y las cicatrices que el tiempo no nos ha permitido borrar por completo. Ahora me encuentro aquí, entretejiendo letras y deshilachando memorias, buscando redimirse en cada palabra y liberarme completamente de lo que alguna vez fuimos con cada párrafo. Esta no es solo mi despedida; es nuestro último encuentro en lo que se nos ha permitido ser. Permitamos, entonces, despedirnos con bastante gracia, con la misma gracia que alguna vez nos enseñó y que ahora nos permitirá soltar.