acorte nuestra distancia de manera rápida, al acercarme de esa forma repentina pude notar su nerviosismo además de poder admirar aquellos ojos más de cerca. Ambos sabíamos muy bien que esto que sentíamos era algo que no debíamos sentir pero tampoco podemos controlar nuestros sentimientos. Sonreí de forma levemente amplia al notar aquel nerviosismo de el.
- Dime, entonces, ¿solo yo, amor?- pregunté de forma descarada ante las cosas que anteriormente había escuchado sin querer que le dijo a su gran amigo, mi hermano. Esperaba su respuesta de forma atenta esperando que aquella no fuera algo negativo.
- Claro, solo tú, amor - Respondió con aún más descaro sabiendo a lo que me refería aquello simplemente hizo que me enfadara, ambos sabíamos que estos sentimientos eran mutuos, nuestras acciones hablaban por si solas además de que los ojos nunca mienten o eso dicen.
© está historia es totalmente original, no permito adaptaciones sin mi autorización o creditos previos.
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