Lando Norris, un prodigio de la Fórmula 1, y Maddison Hart, una estrella del pop con una voz angelical, vivían en mundos diferentes. Lando anhelaba una conexión más allá de las carreras, mientras Maddison buscaba algo real y duradero tras las luces del escenario. Se conocieron en un evento benéfico en Mónaco, y su amor floreció rápidamente con momentos mágicos y románticos.
Sin embargo, las exigencias de sus carreras y la presión mediática empezaron a causar tensiones. Maddison, en una gira mundial, se alejaba cada vez más de Lando, cuyo enfoque estaba en ganar el campeonato. Las diferencias en sus horarios y la distancia física crearon un abismo entre ellos.
Para complicar aún más las cosas, Lance Stroll, el mejor amigo de Maddison y también piloto de Fórmula 1, estaba secretamente enamorado de ella. Lance aprovechó su cercanía para sembrar dudas y tensiones entre ellos. Sus manipulaciones lograron que la relación pareciera más problemática de lo que realmente era.
Finalmente, las presiones y las inseguridades se volvieron insuperables, y ambos decidieron separarse. Maddison continuó brillando en el mundo de la música, mientras Lando se centró en su carrera en la Fórmula 1. Su amor se apagó, dejando una huella imborrable en sus corazones y recordándoles que, a veces, las estrellas más brillantes no pueden coexistir sin apagar su propia luz.
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-Pero te amo, Lando -dijo Maddison, su voz quebrándose mientras las lágrimas comenzaban a brotar-. Hemos pasado por tanto. ¿No significa nada para ti?
-Claro que significa, Maddy -dijo finalmente, abriendo los ojos y mirando a Maddison con una mezcla de tristeza y resignación-. Estos dos años han sido increíbles, pero también han sido muy duros. A veces, el amor no es suficiente para superar todas las dificultades.
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Calipso Sainz aprendió a vivir deprisa. Creció siguiendo a su hermano Carlos por el mundo de las carreras, moviéndose entre aeropuertos, hoteles y circuitos, donde no hay mucho espacio para complicaciones... y mucho menos para el amor. Por eso, lo que tiene con Lando Norris le funciona tan bien: sin promesas, sin sentimientos, sin expectativas, solo dos manos que saben exactamente dónde estar.
Pero cuando el piloto más joven de McLaren aparece en su radar, algo cambia. Hay algo en la forma en que la mira, como si fuera la única persona en la sala, que despierta en Cali una sensación que no esperaba. Algo que se siente más real, más intenso... y mucho más peligroso.
Y cuando Oscar Piastri empieza a acercarse a ella, Lando se encuentra frente a un problema que jamás imaginó: sentir que está perdiendo algo que ni siquiera pensó que quería conservar.
Mientras Calipso se debate entre el deseo y lo que podría ser amor, los celos, las decisiones impulsivas y los sentimientos no correspondidos transformaran su vida en un juego peligroso. Un juego donde todos tienen algo que perder y nadie está dispuesto a rendirse.
𝙎𝙥𝙤𝙧𝙩 𝙧𝙤𝙢𝙖𝙣𝙘𝙚 - 𝙃𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖 𝙘𝙤𝙧𝙩𝙖 - 𝘼𝙪𝙩𝙤𝙘𝙤𝙣𝙘𝙡𝙪𝙨𝙞𝙫𝙖