-No te voy a dejar ir -sus palabras fueron firmes -ahora eres mi mujer. Le miré incrédula, intentando comprender lo que había dicho. -¿qué? Suspiró cerrando la puerta tras él, caminando con sus ojos brillantes e intensos sobre mi. -No voy a dejarte ir, ni voy a llevarte al Valle Arryn-se detuvo a un paso de mi-yo no estaba buscando una mujer pero desde que te encontré en el bosque yo.... -¡No me interesa ! - le detuve estallando en ira - sabes que, yo no necesito ni que me lleves y mucho menos que me des permiso para ir al Valle de Arryn! Intenté avanzar a la puerta pero su mano me retuvo. -No nos cuidamos Rhaena, es probable que lleves a mi primogénito contigo, asi que eres mía. No hubo brusquedad en sus palabras pero las sentí como un golpe en la cara, ¿cómo había sido tan descuidada? Me zafe de su agarre corriendo al otro lado de la habitación, sacudiendo mi cabeza en un intento de negar sus palabras. -Rhaena podemos ser felices, yo haré todo lo que esté en mis manos y... -¡No! De ninguna manera aceptaré esto! Tienes que dejarme ir! ¡No puedes tenerme aquí encerrada! Ben se sobresaltó, parecía sorprendido pero ¿qué esperaba ? No se daba cuenta que no era posible lo nuestro, su rostro se volvió duro e inexpresivo. -Puedo retenerte-avanzó con paso firme hasta mi- y lo haré.