Cleo y Tadeo, era una pareja muy unida y con una gran confianza de amor y cariño que se tenían. Siempre era reconocida por sus amistades de ellos como la relación más "sana y linda" o "un amor infinito".
Al principio, todo era miel sobre hojuelas. Estaban profundamente enamorados, no podían pasar un día sin verse y cada momento juntos era mágico. Se reían a carcajadas, planeaban el futuro y se imaginaban envejeciendo juntos. Nada les importaba más que el otro.
Pero con el tiempo, las cosas comenzaron a cambiar. Las diferencias que se fueron acumulando, las peleas empezaron a ser más frecuentes y las reconciliaciones más difíciles. Poco a poco, ese fuego apasionado se fue convirtiendo en una simple brasa.
Aun así, no querían renunciar a lo que tenían. Entre ellos había un vínculo profundo, una historia compartida y un cariño que seguía ahí, aunque ya no fuera la chispa de antes. Se aferraban a esos recuerdos y a la esperanza de que las cosas mejoraran, de que recuperaran esa conexión tan especial.
Así que seguían juntos, más por costumbre y por miedo a la soledad que por un verdadero deseo de estar el uno con el otro. Eran como dos extraños que compartían una vida, más que una pareja enamorada. Pero todavía había un hilo que los unía, una conexión que les impedía cortar por lo sano y cerrar ese capítulo.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?