13 Parte Ongoing En la última vuelta siempre hay que ir más rápido.
-¿Tienes miedo? -la voz de Toño rompió el silencio de la habitación.
Sergio sonrió levemente, jugando con el hilo suelto de la manga de su sudadera. Sus ojos, antes llenos de sueños, ahora reflejaban una paz extraña.
-La muerte no me asusta.
Toño frunció el ceño.
-¿Entonces?
Sergio suspiró, desviando la mirada hacia la ventana. Afuera, la vida continuaba sin detenerse, como si el mundo no se diera cuenta de que él estaba perdiendo la carrera.
-Me asusta pensar que no viví lo suficiente.
El silencio entre ellos se hizo más pesado. Toño apretó los labios, como si estuviera buscando algo que decir, algo que pudiera aliviar el peso en el pecho de su hermano. Finalmente, suspiró y le revolvió el cabello con ternura.
-Entonces vivamos, cabrón.
Sergio rió suavemente, sintiendo el cariño en las palabras de su hermano. No sabía cuánto tiempo le quedaba, pero si había algo que le habían enseñado las carreras, era que cada vuelta contaba. Y su última vuelta estaba a punto de comenzar.