Silencioso Preludio. [0. Saga Divina Inmortalidad]

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La dinastía Arino se ha mantenido a la cabeza del imperio con dicho apellido como nombre. Desde los comienzos de Lilium, han gobernado ante todo mal pronóstico dado por la Corte de Dioses, y ante toda sublevación que pudieron hacer sus habitantes.

Sin embargo, estar en el mismo lugar por mucho tiempo, puede provocar que caigas en la locura y en la inestabilidad. Conocer tanto una estructura es volverla parte de tus esquemas internos, y no ser capaz de reconocer la diferencia entre el bien y el mal.

Eso le ha ocurrido a los emperadores, Meral IV y Polo II Arino. Ellos ya no son capaces de analizar si sus acciones sobre el imperio qué gobiernan, o sobre los siete hijos que tienen vivos, son acertadas o equivocadas.
La línea entre lo bueno y lo malo está quebrantada.
La diferencia entre el poder dictatorial y el poder que incluye a los habitantes en las decisiones, ya no existe.
En la lucha por mantener en la cima a la ambición y la violencia o la cordura y bondad, ha ganado el peor de los males.

Y eso es algo que tanto Dríhseida Arino como Vorkiov Meire y su familia, saben a la perfección.
En una sociedad dividida, donde una gran mayoría es gobernada por el poder y cegada por la avaricia, ¿En qué lugar te encuentras tú?
¿En qué lugar se encuentran ellos?

Porque las guerras se avecinan, y en toda guerra, ambos bandos son el bando de la muerte.
Y toda rebelión comienza con un silencio.