¿Podríamos vivir sin música?, ¿Debería escoger entre el amor sentimental o el amor por el canto?, son cosas que rondan mi cabeza día a día, es lo que me ha motivado a escribir en mi diario, siempre tratando de recomponer aquellas melodías que nos dañan el corazón, y dejando que la vida me sorprenda, se que aun no estoy listo para tener un novio, pero sentir que la vida se va me hace tomar elecciones arriesgadas que pueden llegar a confundirme, aunque al final, solo tengo 23 años, aunque parezca un total inmaduro.
Mi nombre es Vladimir, y esta es mi historia.