Yagiz Egemen Y Diana Sadoglu, una historia diferente
14 جزء
undefined أجزاء مستمرة Antes de que Hazan llegara a su vida, Yağız ya conocía lo que era amar con el alma... porque ya había amado a Diana. Juntos vivieron un amor tan real, tan profundo, que quienes los veían podían sentir esa conexión única entre ellos. Durante tres años fueron todo el uno para el otro: compañeros, cómplices, mejores amigos, amantes. Diana no solo fue su pareja, fue su calma, su risa, su paz. Sacó de él su lado más humano lo volvió más cariñoso, más bromista, más relajado. Con ella, Yağız aprendió a ser feliz sin miedo.
Y Diana... Diana amaba a Yağız con la misma intensidad. Lo conocía en todas sus formas, lo amaba en sus sombras y en su luz. Su relación era un refugio, una bendición en medio del caos.
Pero un día, sin explicación, todo terminó.
Nadie supo nunca la razón. Solo vieron cómo sus miradas dejaron de encontrarse como antes, cómo sus manos ya no se tocaban, cómo sus risas se apagaron. Pero el amor... ese nunca se fue. Años después, cada vez que coincidían en reuniones familiares o de trabajo, el ambiente se volvía tenso, lleno de silencios incómodos y miradas que dolían más que mil palabras. En sus ojos se podía leer todo lo que aún no se habían dicho.
El tiempo pasó, nuevas personas llegaron, y el mundo creyó que se habían olvidado. Pero en sus corazones, aún vivía la esperanza de volver a empezar. Porque aunque los caminos se hayan separado, hay historias que el destino se niega a terminar.
Y ellos, lo saben: siguen siendo el uno para el otro.