A raíz de una última llamada en el amor, un hombre decidió entregarse a algo distinto. Abandonó la ilusión de ser presentado a los padres de un novio. Se desencantó y fue por lo seguro en una noche, sin comprometer la versión de su corazón. Me di cuenta que éramos idénticos. Odiábamos las llamadas donde nos pedían tiempo y preferimos escribir poesías de una noche desenamorada.