Dulce, tierno, deportista, inteligente, amable y el CEO de una empresa, ese hombre sonaba perfecto para mí. Una embriagante mezcla de encanto con dulzura, de tan fascinante belleza como una rosa. Pero, lamentablemente, no me di cuenta de que, como toda rosa, esta también tenía espinas.
Y auch, auch, ten cuidado en no cortarte, porque esa es una de las tantas consecuencias que sufrirás con tal de permanecer a su lado. Puede parecer un dulce sueño embriagante, del cual no querrás despertar, aunque desafortunadamente, todos tienen que despertar. Ese dulce sueño se convertirá en una de tus mejores pesadillas, una oscura y retorcida realidad que no esperabas encontrar tras la máscara de perfección que él presentaba al mundo.
Estarás atrapada en una telaraña de mentiras y corrupción, donde cada paso que des será una batalla por tú libertad. Cada mirada, cada palabra suya, será un recordatorio de una ilusión rota. En este juego de sombras, donde la verdad es tan escurridiza como la oscuridad misma, deberás encontrar la fuerza para enfrentar tus miedos y escapar antes de que sea demás tarde y la misma oscuridad te consuma.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".