Después de la gentrificación causada por el gobierno de Mauricio Vila y Andrés Manuel Lopez Obrador, los europeos llegaron a Yucatán a adorar a sus deidades como en el Siglo XV, sin embargo, esta vez los dioses mayas están listos para luchar, especialmente Chaac, quien se ha sentido ofendido de forma directa cuando un pelaná decidió colocar una estatua de Poseidón, el dios griego del mar y las tormentas, en el puerto de Progreso.