Shoto es presidiario de un calvario que tiene por nombre disautonomía, el cual se apropia del control de su vida y le despedaza, pedazo por pedazo, sus fuerzas para hacer absolutamente todo. Ha comenzado a arreglar esto con el paso de los años gracias a Izuku, quien lo ha apoyado. Sin embargo, encontrarse con Katsuki, un hombre intrépido que se precipita durante su noche en una discoteca, le da una vuelta abrupta a todo lo que se arraigaba a pensar. Porque Shoto no tiene espíritu ni energía ni vida. Y Katsuki tiene espíritu, energía y, sobre todo, vida. *Los personajes no me pertenecen, créditos a Kōhei Horikoshi. *Portada hecha por @Neynavily en Instagram. *No se autorizan copias ni adaptaciones. *Fanfic angst de capítulos largos.