En la era Taisho de 1912, Japón enfrentaba una transformación tumultuosa mientras la Cofradía Anti Demonios, liderada por la familia Ubuyashiki, luchaba contra las fuerzas demoníacas. A pesar de su valentía, la cofradía sufrió pérdidas devastadoras, dejando a la humanidad vulnerable. Los pocos sobrevivientes, incluyendo cazadores legendarios como Tomioka Giyu y Sanemi Shinazugawa, quedaron fuera de combate. Una nueva generación de pilares, como Kamado Tanjiro, Inosuke Hashibira, Agatsuma Zenitsu y Kanao Tsuyuri, emergió, pero las secuelas de las batallas cobraron su precio. En un acto desesperado, los últimos pilares realizaron un ritual de exorcismo, sacrificando sus vidas para sellar a Muzan Kibutsuji durante 106 años. Sus almas quedaron selladas en estatuas, aguardando el momento de despertar y volver a la batalla.
Cien años después, un niño llamado Futaro Uesugi se perdió en un misterioso templo, donde fue adoptado por las almas ancestrales. Con el conocimiento de generaciones de cazadores, Futaro se convirtió en el último cazador y pilar de la Cofradía, dotado con el dominio de todas las Respiraciones. Su misión era encontrar a los descendientes de los antiguos pilares y guiar a una nueva generación de cazadores. Mientras protegía y educaba a las quintillizas Nakano, jóvenes con sangre Ubuyashiki, Futaro emergió como el último bastión contra las sombras. Enfrentando demonios y desafíos internos, se preparaba para el retorno de Muzan, guiando a la nueva generación en la lucha por la humanidad.
Tom Riddle logró salir del diario en el momento que le hacía creer a Harry Potter que lo había derrotado, aunque la realidad fue que Tom aprovechó para escapar y volver a tomar lo que perdió hace unos años.