Todos los lugares donde alguna vez estuve contigo. Todos los lugares donde alguna vez escuche tu voz. Todos los lugares donde creamos recuerdos y donde escuche tu risa, ahora ya no existen. El mundo se ha vuelto silencioso para mi. Incluso las últimas palabras que no logré entender, por qué, a pesar del movimiento de tus labios y los apresurados latidos que mi corazón producía, no era capaz de escucharlos. Ni siquiera el propio sonido de mi corazón. Ni tus últimas palabras.