Soy escritora, no contenta con los sentimientos reales, ansiosa me impongo a imaginarlos.
Porque recuerdo todo muy bien, mi corazón no tiene piedad, no puedo dormir, solo se llorar, y derramo sangre en papel.
No sé si eso me hace buena o mala persona. No he olvidado mi pasado, solo trato de romantizarlo.
Me encanta el dolor, quiero tener hijos, pero me cuesta tomar decisiones, no puedo mantener una relación amorosa porque padezco nostalgia y aunque no bebo.
Lloro y miento y, con frecuencia, deseo morir, aunque tengo pánico a la muerte y a las cosas muertas.
Quiero amar, y, al mismo tiempo, lo sacrifico todo por mi carrera.
Soy cabezota y vulgar, pero leo libros.
Y tengo maestros que creen que puedo ser una gran escritora, pero desconocidos leen sobre mi estúpida, humillante, profunda, idiota, excesiva, obsesiva, intensa y cruda manera de amar el amor en mis libros suponiendo las escenarios maquiavélicos de mis escritos que aun no lo encuentro fuera de ellos.
¿Has intentado dejar de amar a alguien? (sin éxito alguno), llegando a pensar que dicho amor es obra de una maldición karmica para hacerte pagar un error cometido en alguna vida pasada. Tras 14 años he amado a la misma persona, que por igual "me ha amado", pero nunca hemos podido estar juntos, en una relación. Esto ha sido un amor-odio que ha durado demasiado. No importa lo lejos que estemos, ni el tiempo que transcurra, cuando nuestras miradas vuelven a cruzarse... Todo florece de nuevo, los sentimientos siguen intactos. Soy escritora de romance angst, he lucrado con mi propio dolor durante 5 años, escribiendo historias en las que él (mi musa) y yo acabamos separados, como presiento debe de terminar la nuestra. Nunca me he animado a escribir un final en el que somos felices, no puedo, no fluye de mis manos escribir semejante mentira, me haría sentir ridícula, porque me terminaría creyendo mis propias fantasías a tal punto que la ilusión volvería a mi como cuando era una inocente adolescente. Ya tengo 27 años, hace dos ya que no nos vemos, ni hablamos... Él ha estado ocupado con su carrera musical, su sueño de toda la vida y yo no me puedo permitir mostrarme débil ante él, en ningún sentido. No voy a confesar que lo extraño y que deseo verle, no merece saberlo.