Desde la primera vez que lo vi, supe que nada volvería a ser igual. Edmund era un susurro de rebeldía en mi mundo de normas y deberes, un poema escrito en el margen de mi destino. Su voz era un secreto entre la multitud, una promesa que aún no entendía, pero que ya ardía en mi piel.
No importaban los vestidos de seda ni los bailes iluminados por lámparas de cristal. No importaban las miradas expectantes de mi familia ni el peso del apellido que llevaba. Porque cuando él tomaba mi mano en la penumbra de un salón abarrotado, cuando nuestras palabras se entrelazaban en cartas selladas por el deseo, todo lo demás desaparecía.
Amarlo era una locura. Una dulce, irrefrenable locura. Nos buscábamos en las sombras y nos encontrábamos en cada rincón de la ciudad. Él hablaba de mundos lejanos, de noches bajo la luna sin miedo ni cadenas, y yo, por primera vez, me atreví a soñar con algo más.
Pero los sueños son peligrosos cuando se viven en voz alta. Y en un mundo donde las mujeres deben inclinar la cabeza y sonreír, me atreví a desafiarlo todo por él. Porque Edmund no era solo amor, era libertad. Y yo, que había nacido para ser una pieza en un juego ajeno, elegí ser la dueña de mi propia historia.
CONTINUACIÓN DORADA.
El tiempo de Nathalia y Juan Pablo está contado, será intervenido por personas externas a ellos que darán a conocer un gran problema; el cual, desatará un estallido que nadie podrá detener.
Mantente alerta, se precavido y analiza quién podría ser la personas en que no deberías confiar.
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1er parte DORADA.
2da parte ROZAGANTE.
3era parte NÓMADA.