EL ARTE DE SER UN CLICHÉ

En el rostro se le vierten sombras, en los ojos un universo tan distante al mío como lo es el día de la noche. En sus labios, al igual que finas capas de miel, retozan dardos envenenados, listos para ocasionar disturbios en mi piel, en mi vida...

Él... Aquel muchacho odioso que quise lejos al primer instante de habérmelo topado, terminó por ser la cereza en el pastel de uno de los momentos más extravagantes en todo lo que va de mi existencia. Lo que más me inquieta, es su talento para hacerme enloquecer, para poder despertar mis instintos más primitivos e incluso las emociones más puras en mi interior. Pero, sobre todo, me aterra lo fácil que parece colarse entre las paredes de mi corazón y generar un caos que nunca me imaginé sentir.

Es un peligro, en muchos sentidos. Y lo peor, es que estoy por enamorarme de él...