Seirén estaba en su departamento, sumida en una profunda tristeza tras una fuerte discusión entre sus padres. El ambiente en su hogar siempre estaba tenso, pero esa vez algo dentro de ella había estallado. Estaba sola, con la sensación de estar atrapada en un mar de sentimientos encontrados.
S: -¡Ah! ¿Por qué siempre tienen que estar así?- se quejó, lanzándose en la cama, abrazándose a las almohadas como si pudieran ofrecerle consuelo. -Ojalá esta vez no me encuentren...-
Su cabeza estaba pesada, llena de pensamientos que no lograba ordenar. Miró el teléfono, revisó un par de mensajes más de sus padres, pero no encontró respuesta a sus preguntas. Decidió que lo mejor sería dormir un poco, aunque fuera para escapar de la tensión que la ahogaba.
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El sueño, sin embargo, no fue como esperaba.
Al despertar, se encontró rodeada de una extraña oscuridad. No podía ver nada, como si todo a su alrededor estuviera envuelto en un manto sombrío.
S: -¿Dónde estoy? ¿Esto... esto es un sueño?- Su voz temblaba, llena de incertidumbre. No comprendía qué estaba pasando, pero algo en su interior le decía que no estaba en su habitación, que no estaba en su mundo.
De repente, una voz resonó en la penumbra.
X: -Hola, hija. -
S: -¿Quién eres tú? ¿Y... dónde estoy?- Se levantó rápidamente, con el corazón latiendo a mil por hora, sin saber qué esperar. La sensación de confusión y miedo la invadía.
X: -Bienvenida...-
Aclaración: Esta historia está inspirada en la serie original de 1992 y un poco en "Crystal", pero le añadiré nuevos personajes
Secuestrada por un pirata del espacio, ella lucha con la tentación de dejar que saquee sus bienes. Cuando su novio intenta asesinarla dejando a Serena en medio del océano hundiéndose sin esperanza de sobrevivir, la luz brillante que ve en el cielo nocturno no era su puerta de entrada al cielo, sino el inicio de un secuestro accidental por parte de un pirata espacial.
Serena agradecía que la hubiera rescatado, pero tenía un defecto. No podía tener la boca cerrada, no cerró la boca ni aun cuando la amenazó con matarla o subastarla al mejor postor. Y lo más extraño aún era que, a pesar de su decisión de no involucrarse con su captor, no podía dejar de anhelar su toque.
Darien se retiró de su trabajo como mercenario para poder disfrutar de la vida, pero nunca contó con el aburrimiento que su inactividad le causaría. La adquisición de objetos raros había llenado el vacío de alguna manera, pero el secuestro accidental de una deliciosa terrícola que no sabía cuándo callarse, volvió a poner emoción en su vida.
Su espíritu ardiente lo atraía y al mismo tiempo lo conducía a la locura. Luchando contra sus impulsos, debe decidir si estrangularla o reclamarla como su compañera.
A pesar de lo que sentía en su corazón, el está decidido a venderla al mejor postor. Sin embargo, a pesar de susbuenas intenciones, descubre que no puede dejarla ir.
Y cuando aparece un enemigo de su pasado y se la lleva, se da cuenta de que haría cualquier cosa por recuperarla.