cuando llegue la primavera

Davos lo observó en silencio, sus ojos reflejaban todo el cariño que sentía por Aeron y una sonrisa se formó en su rostro. Sus manos aún permanecían unidas mientras caminaban por la orilla del lago. El aire se estaba volviendo más caluroso a medida que avanzaba la mañana y el color comenzaba a surgir nuevamente en la vegetación.

La primavera estaba llegando, y con ella se alzaba un nuevo comienzo en donde las flores volvían a florecer una vez más.

- Se acerca la primavera -susurró Davos.

- Deberíamos volver a entrenar cuando llegue la primavera -propuso Aeron.

- Me gusta la idea, como en los viejos tiempos. Empezamos de nuevo -.