Cada adolescente es un mundo distinto, somos ese mundo el cual muy pocos adultos pueden comprender el cual muy pocos se toman el tiempo para entenderlo, el cual la mayoría se encarga de menospreciar y juzgar. Pero encontré a alguien que me supo comprender, que deje que entrase en mi corazón, que se tomo el tiempo para curar hasta la mas profunda herida que ni yo sabia que tenía, su nombre es Jesús.