Rimani qui

Summer está en una relación en la que cree que es feliz. Ella ha renunciado a su vida para vivir la de otra persona. Hasta que llegó él, con esos ojos verdes, ese pelo rubio que nunca le había gustado y ese acento inconfundible. Él le devolvió los colores, el brillo y la sonrisa.

Nico se siente atrapado en su propia cabeza. Por eso tomó la repentina decisión de vivir durante dos meses en un pueblo aleatorio de Europa. Y entonces la conoció a ella, con esos ojos avellana, esa larga melena dorada y un permanente ceño fruncido. Ella le descubrió un nuevo mundo, un nuevo orden y una nueva perspectiva.

¿Existirá el destino realmente? ¿Todo pasa por algo? Nadie lo sabe, pero un impulso puede ser una buena manera de descubrirlo.