Ella nunca pinto nada en respecto a heredar la empresa familiar; todos esperaban que el primogénito tomara las riendas. Pero la lastimosamente esperada muerte de su abuelo cambió todo. Contra todas las expectativas, él decidió que ella, la nieta menor, debía ser quien continuara con el legado. Sin embargo, había una condición que la atormentaba de cierta manera: para asumir la dirección, debía casarse. El matrimonio siempre fue un tema complicado para ella, una pequeña espina clavada en su corazón que nunca logró superar. La sola idea de casarse la llenaba de rechazo luego de lo que le sucedió en el pasado, y ahora, parecía ser la única barrera entre ella y la empresa que, a pesar de no ser la primogénita, siempre soñó dirigir. Una mentira la orillo a ir en contra a las barreras que ella misma se impuso. ¿Podrá Liliana contra el imprescindible deseo de enamorarse? Publicada: 9/7/2024
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