El reino Mahō era conocido en todo el continente asiático por ser uno de los más poderosos, grandes, y fértiles lugares para habitar y disfrutar la vida. En dicho reino prevalecía solo una dinastía, los Gojo; un clan amable ante sus súbditos y aliados, pero despiadado con otros cuando la situación lo ameritaba. El mando se encontraba bajo el rey Gojo Sora, y la reina consorte Gojo Yōko, junto a sus hijos pródigos, los principes; Gojo Satoru y Gojo Suguro.