Fui sacrificado y crucificado, obligado a perecer en las sombras, bajo el odio de mi familia al haber nacido como un Monstruo, condenado y regalado al diablo como ofrenda, exterminado de la tierra. Todo para que el señor purificara las almas de cada uno de los miembros de esa familia. Sin saber que en las penumbras me esperaba aquel ser malévolo, dueño y señor de las tinieblas, pecador celestial. Con su macabra sonrisa abrazaría mi alma y juntos arderíamos en una danza carnal. Nacidos para gobernar, corromper y malograr.