Luego de dar el golpe final para derrotar a Yhwach, Ichigo es arrastrado hacia una muerte segura, creyendo que descansaría en paz luego de haber salvado a sus amigos y a los tres mundos, sin embargo, en lugar de descansar, él aparecía en una versión de Japón diferente a la suya, donde las mujeres poseían dones únicos y unas bestias llamadas Shuukis, provenientes de otra dimensión, amenazan constantemente la paz.