"De qué sirve querer olvidar, a veces simplemente se trata de aprender a vivir con eso" ~ Mario Benedetti.
Hay algo malo en mí. Creo que lo supe desde siempre...o al menos desde que los conocí, desde que ellos entraron en mi vida a la fuerza, desde que me enamoraron y yo me enamoré de ellos.
Pero ahora todo está mal, está tan mal porque se supone que no debía romperme, se supone que debía reconstruir ese corazón hecho pedazos y sanarlo y sin embargo lo quemé, pasó sin querer, ni siquiera ví venir el tormento de convertirme en la sombra de lo que soy ahora.
Me convertí en lo que ellos odian "El fantasma" así le llaman a esa versión de mi que a nadie le gusta. Ni siquiera a mí, pero que a él, al monstruo, a aquel que creo la Red Queen y la Blue Queen y que aplastó a ambas dejando una versión tan negra cómo mi corazón le encanta.
Él mismo me dió mi nuevo nombre "Black Queen" una versión oscura y monotona de mi. Él me dañó, rompió mi alma, mi cerebro y mi corazón y ahora solo soy esto, un fantasma.
«Estoy atrapada en mi propia mente y no puedo salir de aquí. Quiero salir y gritarles que los amo pero ella no me deja, no me permite hablar, ni pensar, solo "me protege". No quiero su protección solo quiero el amor, el de ellos, mis esposos, pero no me deja salir y la odio».
La única forma de escapar de ella es cuando ellos me tocan, pero entonces llega todo como un episodio suicida, Hans, mi hermano, se fué, yo, estoy sucia, ¿Qué dirían mis hijos? ¿Qué dirían ellos de mí? Si yo misma me odio no quiero saber ellos.
Esa es la razón por la que aún no puedo salir, una parte de mí una pequeña, no quiere dejar que ellos me vean rota.
¿Pero podrán romper al fantasma? Espero que sí...
Hay momentos donde el pasado no puede esconderse, ni desvanecerse.
Tal vez por eso Magnus no pudo parar de pensar en unos ojos grisáceos similares a el desastre natural llamado tormenta.
Y tampoco la dueña de esos ojos grisáceos con un diluvio dentro pudo dejar de pensar en el hombre, dueño de esos ojos verdes intensos que la hicieron estremecer en su momento de tensión.
Habrá pasión, deseo, lujuria, y vehemencia.
Todo tendrá su lugar.
Como también lo tendrá la obsesión.
Como también lo tendrá el caos, el peligro, y el dolor.
No todo es color de rosas, de hecho todo es color gris tormenta. No salen rayos de sol, porque quién asegura que en vez de que cese la tormenta se aproxime un diluvio que sea más arrasador.
Todo puede acabar, o todo puede ser peor.