En un reino donde lo divino y lo demoníaco coexisten, nace *Azarys*, una deidad mitad dios y mitad demonio. Azarys es una figura poderosa y temida, marginada por los demás dioses por su sangre demoníaca. Los humanos la llaman **la Dama de los Abismo**, temiéndola por su increíble poder y su naturaleza dual. Aunque no es exiliada, vive aislada debido a la desconfianza y el miedo que inspira en quienes la rodean.
Entre los dioses, Azarys es objeto de desprecio y crueldad, especialmente por parte de su hermana *Lilithra*, una diosa venerada por todos. Lilithra, aunque considerada la mejor de las deidades, maltrata a Azarys siempre que tiene la oportunidad, buscando afirmar su propia superioridad. Los dioses no pueden matar a Azarys debido a su sangre divina, y Azarys debe soportar los abusos sin defenderse, pues cualquier acto de violencia de su parte sería la excusa perfecta para eliminarla.
En este escenario lleno de tensión y hostilidad, un joven huérfano llamado **Eryndor** cruza caminos con Azarys. Eryndor ha sufrido mucho en el mundo mortal, y cuando se encuentra con Azarys, se ofrece voluntariamente para convertirse en su protector. Fascinado por su fuerza y compasión oculta, Eryndor decide que quiere convertirse en el mejor guerrero para defenderla de cualquier amenaza.
A medida que Eryndor entrena y lucha para convertirse en un gran guerrero, desarrolla un profundo amor por Azarys. Ve en ella no solo a una deidad poderosa, sino a un ser vulnerable que necesita protección y cariño. A lo largo de sus aventuras, Eryndor y Azarys forjan un vínculo inquebrantable, enfrentándose juntos a desafíos tanto divinos como demoníacos.
En un mundo donde la sangre y el poder dictan el destino, la historia de Eryndor y Azarys es un testimonio de coraje, sacrificio y amor. Juntos, desafiarán a un enemigo formidable mientras exploran los secretos enterrados de su pasado y enfrentan la prueba definitiva de lealtad y redención.
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Una extraña obsesión.
No supo cuando ni como empezó, era extraño que cada vez que lo veía sus instintos se ponía a flor de piel.
Su nombre era Daenerys Targeryen, y su vida había estado marcada por una obsesión silenciosa pero profunda: Jacaerys Velaryon.
Pero, como las olas que golpeaban la orilla, su obsesión se estrellaba contra la dura realidad de que Jacaerys parecía tan distante e inaccesible como el horizonte mismo.