-Vuelve a casa pequeña bambi. -Dice dejando salir un suspiro, elevando la mirada hacia el cielo. No respondo, y el tampoco se voltea cuando tomo asiento a su lado, apoyando el peso de mi cuerpo sobre las palmas de mis manos. Elevo la mirada en la misma dirección que el lo hace, y observo las estrellas en silencio. -Dime Lev... ¿Qué demonio es el que te atormenta esta vez? Voltea el rostro en mi direccion y me observa sin decir una palabra; pero sus ojos se mantienen inmersos en los míos.