Jihyo tiene un problema, aunque ella lo considera más bien una maldición. Es también la razón por la que jura no entablar una relación romántica jamás, de modo que enamorarse tampoco es uno de sus deseos. Está bien sola y así planea quedarse el resto de su vida. Al menos, intenta convencerse de eso cada día. Entonces Sana aparece y todas las pesadillas de Jihyo se vuelven realidad.All Rights Reserved